Os dejamos aquí un resumen de una investigación de cultivo de lepista nuda ( Anales de Biologí a 36: 11-17, 2014 DOI: http://dx.doi.org/10.6018/analesbio.36.3) que cualquiera puede replicar en su casa con nuestro micelio:

https://www.micologiaagroforestal.com//comprar/lepista-nuda-micelio/os en el enlace anterior.

Tamibén se puede cultivar en exterior, tal y como indicamos en el anterior enlace.

Introducción

Un empleo desconocido de la industtria del olivo es el uso de hojas de olivo (Olea europaea L. subsp. europaea) para el cultivo de setas, como paso intermedio a ulteriores aplicaciones ya reseñadas, aportando valor añadido al subproducto de la hoja de olivo. Lepis-ta nuda (Bull.) Cooke, llamada popularmente como “pie azul” (Guinberteau et al. 1989), es conocida en las distintas regiones de la Península Ibérica, donde tradicionalmente se recolecta en estado silvestre por su alto valor culinario y su atractivo color.

Lepista nuda es un basidiomiceto perteneciente al orden de los Agaricales, familia Tricholomataceae (Hawksworth et al. 1995), quedando englobada bajo un género que consta de unas 30 especies distribuidas por toda Europa (Gamundi & Horak 1993, Stamets 1993). Se trata de un hongo muy si-milar o emparentado a otros géneros de setas, como son los tricolomas o los clitocibes. También mantiene una similitud con los géneros Rhodocybe y Melanoleuca.

En cuanto a sus características morfológicas, L. nuda posee un tamaño de píleo que oscila entre 6 y 12 cm, con láminas malvas, densas o apretdas y adnatas, un estipe fibroso y cilíndrico, espo-ras elipsoidales y blancas (tonos lila) y una cutícu-la que toma un atractivo color azul-violeta, desde añil a púrpura violado. Carne frágil, con olor, sabor agradable a fúngico/afrutado, que más tarde, al envejecer, torna a tierra o a moho.

El hábitat más usual de L. nuda suelen ser los bosques de coníferas y Quercus, sin preferencias de suelo, en sitios bien abonados con abundante materia orgánica y abundante hojarasca. Suele aparecer principalmente durante todo el otoño, siendo una de las setas más tardías en aparecer, que a veces puede ocupar parte de la estación in-vernal. También se puede dar en primavera, sobre todo si se dan lluvias abundantes y la temperatura es la óptima para su crecimiento y desarrollo.

Propiedades nutricionales y medicinales de Lepista nuda

Se conoce que L. nuda consumida en crudo puede provocar a ciertas personas trastornos gástricos, por lo que se aconseja ingerirla siempre cocinada. Tiene propiedades beneficiosas para bajar la pre-sión arterial.

Lepista nuda tiene propiedades antitumorales hacia algunos unos tipos de cáncer, antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres, ayuda frente a enfermedades neurodegenerativas, estimula el sistema inmune, ayuda contra la diabetes, reduce la presión arterial y posee propiedades antimicrobianas frente a distintos tipos de bacterias. Asi-mismo, se sabe que L. nuda, en su medio natural, es capaz de parasitar las colonias de bacterias y actuar como un controlador de las mismas, las cuales lo alimentan de nitrógeno.

Referencias al cultivo de Lepista nuda

El origen del cultivo de Lepista nuda proviene de Francia y de otros países europeos como Holanda, donde se la considera una seta muy apreciada. Aunque se ha realizado una gran labor por cultivarla, siempre ha presentado algunas complicacio-+nes en cuanto a su productividad y su largo y lento ciclo vital, por lo que toda la producción de L. nuda que podemos encontrar en los mercados es-pañoles proviene de Francia.

Los cultivadores más atrevidos y las pocas empresas que la explotan, lo hacen sobre compost tradicional de champiñón (Agaricus spp.), con un pH ligeramente superior al neutro y aplicando choque frío para la inducción de cuerpos fructíferos. Hay autores franceses, como Huart (2001) y Delmas (1989), que hablan de los pará-metros más acordes para el cultivo de L. nuda, es-timando una producción que oscila entre los 3 y 6 kg/m2. Otros autores hablan de una producción de 12 kg/m2 y 90 kg de sustrato. Todo ello, en un lapso de tiempo de aproximadamente seis meses contando desde que se inicia la incubación.

Cultivo de Lepista nuda

La idea surgió en las múltiples visitas de campo que realizó este grupo de investigación por los olivares de la campiña y la sierra cordobesa, donde observaron el crecimiento y la fructificación de L. nuda sobre hojarasca de olivo generada el año an-terior, estando ya bien descompuesta.

Sabiendo que L. nuda en su hábitat natural se desarrolla sobre zonas con un gran volumen de hojarascas y otro tipo de materia orgánica, se ideó el aprovechar este subproducto y darle un valor añadido para la producción en cultivo de una seta autóctona como L. nuda, de alto valor comercial y gastronómico. Además, este aprovechamiento ecológico podría presentar un gran interés para ser aplicado a los desechos de hoja de olivo que, año tras año, generan las almazaras, cuyo destino principal suelen ser las plantas de biomasa.

Para cultivo industrial se utilizan bolsas o cajas con 20 kilos de hojarasca ya preparada (húmeda) y 250 gramos de semilla (L. nuda).

Cobertura: la cobertura usada para el cultivo, ha sido una mezcla de materiales orgánicos e inorgánicos, tales como turba de Sphagnum (Canna-boom S.L.), fibra de coco, perlita gruesa, compost orgánico y abono mineral. La cantidad total de materia orgánica que ha contenido el sustrato ha sido de un 65 % a un pH neutro (7) (Fig. 1).

Envases: Se utilizaron cajas de poliestireno expandido de 5l de capacidad.

esquemas de la caja de cultivo

esquemas de la caja de cultivo

Preparación, inoculación e incubación

  1. La hoja de olivo se pasteurizó por un tiempo de 45-60 minutos y usando un modo artesanal en cubo de zinc. No hizo falta picarlo, puesto que la hoja tiene un buen tamaño. Una vez pasteuri-zado, se procedió a escurrirse hasta quedar el sustrato con un 70 % de humedad.
  2. La cantidad de sustrato por envase fue de 400 gramos de hoja ya preparada (humedecida).
  3. La cantidad de semilla o inóculo fue a razón de 250 gramos por envase y se inoculó cuando la hoja llegó a una temperatura igual a 22 ºC. La semilla se mezcló con la hoja en el envase usado para ello. El envase se le hicieron dos perforaciones, uno en cada extremo, para el inter-cambio de gases y prevenir de un sobrecalentamiento del micelio en el periodo de incubación.
  4. Una vez inoculado, se mantuvieron los enva-ses cerrados con su tapa y a una temperatura de incubación igual a 22 ºC, siempre bajo total oscuridad en una sala ventilada periódicamen-te para renovar el aire interior.
  5.  El micelio, primeramente blanco, va tornándose con reflejos y tonos violetas conforme vaya madurando y colonizando el sus-trato, que corresponde al color característico de L. nuda.

Fase para inducción de primordios

Cobertura: Una vez que estaba incubado el sustrato, se le aplica una capa de cobertura de turba de 200 gramos, 1,5 -2 cm humedecido al 60-65 %, la cual se humecta hasta llegar al 90 % y se le retira la tapa al envase

Humedad: La turba se fue humedeciendo cada dos días para mantener la humedad, lo cual se aplicó en todo el proceso hasta la formación de los primordios.

Luz: El sustrato inoculado se llevo a una sala con luz natural, aunque tenue.

Temperatura: Se mantuvo entre los 11-14 ºC.

Ventilación: Se hacía manualmente y de forma natural, renovando el aire dos veces al día.

Resultados

Al cabo de cuatro semanas de haberse inoculado el micelio de L. nuda, el sustrato quedó completa-mente invadido y colonizado por el hongo, tras lo cual comenzó la fase de fructificación.

fases de cultivo de lepista nuda pie azul

fases de cultivo de lepista nuda pie azul

Conclusiones

Tras aplicar la cobertura, el micelio continuó creciendo hasta colonizar totalmente la misma (Fig. anterior). Una vez colonizada, el micelio tornó a un color azul-morado característico de L. nuda. Pos-teriormente, pasó a color blanco y a endurecerse o a estromatizarse, proceso que tardó cuatro semanas más.

Uno de los resultados que se han obtenido es el crecimiento vegetativo continuado de L. nuda hasta casi agotar todos los nutrientes. El sustrato de incubación perdió peso y volumen para entonces, por lo que pudiera ser necesario no aplicar la cobertura hasta la práctica consumición to-tal del mismo, momento en el cual el micelio pasa de color azul-morado a blanco y se endurece. Delmas (1989) propone, como algo indispensable, aplicar la cobertura y, una vez colonizada por el micelio de L. nuda y cambiar éste de color, verter otra segunda capa justo antes de iniciarse la pro-ducción, para posiblemente incrementar la misma. Huart (2001) habla sobre lo mismo pero como algo a realizar opcionalmente. (Desrumaux et al. 2004).

A los dos meses desde que se inoculó, comenzaron a diferenciarse sombrerillos o primordios (Fig.). Este anterior lapso de tiempo coincide con lo descrito por Huart (2001), donde aquellos emer-gían rompiendo el micelio estromado. La tempe-ratura se mantuvo entre unos valores constantes: 11-14 ºC, y la turba estuvo siempre humedecida a razón del 75-80 %. No se varió el sistema de ven-tilación durante todo este proceso. Las setas se mantenían húmedas con pulverizador entre una o dos veces al día y cada dos días (periodo de humi-ficación). El número de primordios ha oscilado de cuatro a ocho por envase con un valor medio de seis, llegando a madurar y formar seta de dos a cuatro por envase, siendo su media de tres unida-des. El tiempo de maduración de los mismos transcurrió entre siete y quince días, justo antes de retirar la primera cosecha. Se le aplicó una segun-da capa de cobertura de 1 cm para intentar sacar una segunda cosecha, debido a quedar ya el sus-trato bastante gastado. El micelio comenzó nueva-mente a colonizar la capa de cobertura. Pasados 20-30 días y hasta los 45 días dieron la segunda cosecha de uno a dos ejemplares de cuerpos fruc-tíferos, y esta vez sin abortos.

Los costes por kilogramo de materia prima que conlleva el aplicar este aprovechamiento micológico, a nivel industrial, serían: hojarasca de olivo: 0,02 €/kg, turba de Sphagnum a 0,43 €/kg y se-milla de nuda: 2 €/kg, dando un coste total de 2,45 €/kg. El precio en mercado de la seta L. nuda es muy variable y suele oscilar entre 6 y 8 €/kg, pudiendo llegar hasta los 10 €/kg.

La producción por caja ha oscilado entre 55 y 120 gramos, con una media de 75 gramos por caja (400g de hoja utilizada) y un total de producción, para las diez replicas, de 750 gramos de setas en bruto producidas durante las dos cosechas.

El peso neto de los píleos varía entre un 40-60 % respecto al peso bruto. Tres de las cajas no llegaron a dar la segunda cosecha.

En la primera cosecha se obtuvo el 80 % de la pro-ducción total y para la segunda el 20 % restante.

Los cuerpos fructíferos producidos presentan un color azul-morado en estado joven y luego van adoptando un tono más pálido, con colores marrón claro a blanco, un tamaño de píleo que varía de 3-12 cm y un estipe fibroso de 5-10 cm (Fig. 3-E-F-G-H). El tamaño de píleos y estipes puede verse influenciado por la falta de luz u oxígeno. El olor de la seta es fúngico, agradable. Su carne tiende a ser frágil, jugosa y de buen sabor.

En las observaciones ha podido comprobarse que surgió un hongo contaminante que atacó al cultivo desde los inicios de la primera cosecha y que crecía en la cobertura como un competidor, sin atacar a las setas, el cual se ha tenido que ir controlando, desinfectando y retirando las zonas atacadas. Este agente infeccioso no ha resultado ser agresivo y se presenta como un micelio blanco grisáceo y aéreo que posteriormente se volvía denso y de color blanco denso.

La conclusión final a la que se llega es que la hoja de olivo procedente de almazara puede ser aprovechada para producir setas de L. nuda. Posiblemente la cosecha no haya dado su máximo ren-dimiento a causa del hongo competidor, mermando la producción y paralizando segundas cosechas en tres de las cajas.